Tracción
a sangre
Un
año en el que comencé escribiendo un libro y publicando otro, y
seguiremos construyendo uno enorme, y otro petardista. Tracción a sangre ha sido
un libro que nació como libro gracias a los IVAN ROSADO. Me sentí escritora, sí es que de algo sirve así sentirse, con el trabajo fraterno de Maxi y Ana. En el libro me
animé a incluir una nota final en la que auguraba que un poco de la
lozanía de ellos me llegue, y parece que algo ha pasado para que así sea.
Bailar
para conquistar palabras
Un
año en que leí tres veces mis rayas en público
-Triple
X marzo, con unas fotos hermosas de Fede Leidi.
-Ciclotimia
con invitación de Gervasio y Daiana
-Triple X de vuelta en diciembre.
Un
año en que Vir Negri podría ser nuestra Tina Turner. Así como Tina le enseñó a bailar
a Mick Jagger, Negri nos enseñó a entrenar para escucharnos.
Un
año en que he oído a Ricci decir que se puede abandonar un rato la imagen para
salir a conquistar palabras….que eso es lo que hace Negri, y me animo a
redoblar diciendo que eso es lo que hacemos varios, muchos. Usurpar palabras,
asaltar los diccionarios, e inventar nuevas líneas.
Problemas
Un
año en el que tuve 3 problemas con otros y por suerte la solución parsimoniosa
fue renovadora y generosa para con mi ser y mis proyectos.
Un
año en que la gente antigua y vieja, con mañanas, comenzó a tomar distancia sin
tener que irme y sin que se vayan.
Celebridades
Fui
a leer poemas a la Radio Universidad en Las Juanas en el Arco, y nos escucharon
hasta en las aguas del Nilo. Y también
dije algunas cosas en el micro Me gusta (mucho) del programa De Ushuaia a la
Quiaca, sobre Piano Bar de Charly. Un año, también puede ser un disco. El poder de la voz deslimitada en el éter.
Un
año en que he pasado algunos días persiguiendo a Caravaggio por las calles de
Roma, y tratando de encontrar pinturas mellizas de este autor. Salen
Caravaggios por debajo de los zócalos, emergen en vía del Corso, en la Plaza
del Pueblo, en todos lados. Ritmo circadiano de Caravaggios.
Un
año en que despaché una carta al Papa y encadené una bici a una columna del
Vaticano. Parece que encadenar bicicletas, en cualquiera de las 284 columnas de
16 metros de alto cada una, es subversivo. Con qué poco se puede ajar un
imperio.
Un
año en que El excursionista del planeta , escritos de viaje de Lucio V.
Mansilla, con selección y prólogo de Sandra Contreras ha sido el libro de
cabecera. El número puesto en la mesa de noche y en el bolso, todos los niños deberían leer a Mansilla.
Lista
de invitados
Un
año en el que Agustín González me ha dicho que le gusta Tangará, y me ha
recomendado cómo lo escribiría él.
Un
año en que el amor de Ale Benz, llega todo el tiempo.
Un
año en que le debo agradecer a Claudia Del Río la independencia ganada,
inclaudicable.
Un
año en el que pude conversar con Julita Enríquez sin verla demasiado joven.
Un
año en que Franco me ha dicho que mis poemas son sinfónicos.
Un
año en el que con Damián Ríos nos escribimos mucho y luego poco, y ahora mucho.
Un
año en que hubiéramos querido que el tiempo sea laxo en la esquina de Oroño y
Jujuy ante un porrón ejecutivo con Mariano Blatt y Ana Wandzik, en que vimos
gente bailar en el cantero del medio del boulevard, y acuñamos algo así como
que estamos en streeming perpetuo. Y algo así pasa de verdad, yo, al menos,
encuentro que el modo de desacelerar este estado es contarlo, que decante,
sentarme a escribir todos los estados, pero 3 meses más tarde de que hayan
sucedido, de que me hayan impresionado.
Qué
alegría tener cerca seres como Ricci, Miranda, Montini, Wandzik, Masuelli.
Un
año en que escuché a Rosendo decir que no le gusta Alan Pauls, que le gusta
Allan Poe, que sus cuentos de terror están buenísimos.
Un
año en que Juanita surfeó la ola, olones!
Mercado+colección+Adralis
Un
año en que escondo una colección hermosa. Todos los tratos son válidos a la
hora de inventar y programar una colección: el canje, la compra, la re venta, la
herencia, etc.. Ahora ya la estoy curando, estoy diseñando núcleos
organizativos para tener, al menos, ciertos límites que regulen mi voracidad.
Son 6 rincones: los retratos, los bodegones, los paisajes, los bodegones
florales, las ilustraciones, los abstractos.
Un
año que termina mientras le escribo una carta manuscrita a Juan Germán Guardati
en la que trato de decirle cómo avanzar con su bella colección de arte
contemporáneo. Cuatro nombres que trataré de dar con la menor urgencia posible.
Su propuesta consiste en pedirle a cada artista, a quién le compra una pieza, que
le recomiende cómo seguir: un programa de adquisición digno de retícula escénica.
Un
año en que descubrí que son mejores, y más eficientes a la hora de promover y
acompañar mi trabajo, los editores que los curadores y galeristas. Este año amé
a mis editores: Ricci, Blatt&Ríos e Ivan Rosado, y perdí 2 galeristas:
Praxis y Del Infinito. Hay que leer y re editar el MIDA de Montini. Justamente
este año Cristián Molina nos invitó a Gervasio Monchietti , a Maxi Masuelli y a
mí a conversar en la Escuela de Letras sobre mercado de arte y mercado
editorial. A propósito del mercado y las galerías comparto aquí en texto
hermoso de Juan Andralis (vale la foto, ya que el relato es hermoso, pero la
página del libro es una obra en sí misma) reproducido en el libro Andralis,
editado por Rubén Fontana y a Zalma Jalluf.
Modos
de hacer
Un
año en que ANUARIO vuelve a incorporar a un celtíbero luego de dos años, y
tendremos nuevo formato, y un excelente nivel de contenidos; que estamos disfrutando,
como nunca, al momento de cierre. Nos estamos despidiendo (siempre nos estamos
despidiendo) ya que el bebé hermoso y tierno de a poco se ha vuelto tan
demandante como un hijo yonqui. Un año en el que, si teníamos ciertas
afinidades amorosas con proyectos colegas, hemos bajado la guardia. Nos hemos
mezclado y juntado como nunca.
Un
año en el que mientras estudiábamos Crawl de Viel Termperley, me inscribí en
natación y aprendí que nadar es el modo en el que se pueden escribir poemas
refinados y feroces. Flotar es un poco saber morirse vivo.
Un
año en el que a partir de su mitad comenzamos a inventar el próximo año. Un año
en el que nos ha gustado más nuestro rancho.
Un
programa editorial anual puede ser una lista de nombres propios, de seres que
queramos mucho. Un año en el que gracias a publicar Inédito (de Diego Giordano)
y Expansiones (de Irina Garbatsky) abrimos dos compuertas a mundos desconocidos
y generosos, de los que aprendimos a mirar los fenómenos con lentes nuevos. Con
Ricci somos grandes ahora en Yo soy Gilda editora. Lo mismo nos pasó con Casi
Boyitas (de Gilda Di Crosta y Daniel García) afluencia prístina bella.
Un
año en el que triunfó el ganismo. Un año en el que he dejado de tener deudas.
Ganismo
Un
año que se ha peraltado al paisaje, con fibrón iridiscente, y con cinco mares
flotados. Franco me ha hecho saltar de mar, a mar, a mar, a mar.
Un
año en el que el paisaje ha sido todo el tiempo hermoso y todo el tiempo
distinto.
Un
año en el que preferimos escribirlo todo para que resulte más inolvidable
todavía, y podamos volver a leerlo.
Todos
los años volver al bosque, cada vez más sola, y purificarme en la rompiente.
Todo el año nadar en el río, dormir allí la mayor cantidad de veces posible.
Encuestas
y balances
-1
poeta 10 preguntas, de Pablo Moreno acá: https://sites.google.com/site/10preguntaspara1poeta/lila-siegrist
-Otra acá para el blog horas robadas a la noche http://bloghorasrobadas.blogspot.com.ar/p/inicio.html
y 2 balances:
invitación
de Pablo Makovsky para el Diario Cruz del sur:
http://www.diariocruzdelsur.com.ar/noticia/noticia/id/15140
y de Osvaldo Aguirre para Suplemento Señales del Diario la Capital:
http://www.lacapital.com.ar/ed_senales/2013/12/edicion_257/contenidos/noticia_5020.html
El
deseo de una millonaria
Recibo
un mail de parte de Mónica Parisier en cuyo asunto dice: HAPPY HOLIDAYS. Lo primero que pienso es: ¿cómo carajo sabe
que me estoy yendo de vacaciones? Abro el mail y tiene pegada una tarjeta de
navidad, tipo flyer, que dice HAPPY HOLIDAYS … y un 2014 mágico en que todos
los sueños se hagan realidad. Le contesto que muchas gracias por sus deseos,
que retribuyo, y aprovecho para consultarle cómo es que se ha enterado que me
estoy por tomar vacaciones. Aún no he
recibido respuesta. Más tarde hago mis averiguaciones:
a.mi
hermana políglota me dice que no sea bruta, que HAPPY HOLIDAYS en esta época del
año es el modo inglés de decir felices fiestas.
Aprendo
entonces.
b.
(gugleo su nombre: Monica Parisier) puedo concluir que esta mujer es como una
especie de señor Burns y Linda Carter del arte argentino. Qué parece estoy en
su base de datos por haber colaborado, sin saber, con su causa generosa donando
alguna foto, galería mediante, para su fundación benéfica. ¿Y a mí quién me
ayuda? Pienso.
Lo
poco para escribir
Un
año en que escribimos porque en realidad nos gusta leer.
Un
año en que conocí el barrio y la casa que han compartido, a
destiempo, D.H. Lawrence y T. Capote. Entonces allí he vuelto a confirmar
aquello del poco espacio que se necesita para escribir.
Un
año en que me dí cuenta que me hace mejor escribir y contar las obras que haría, en lugar de hacerlas.
Un
año en que visité una retrospectiva de Duchamp (enorme: las 80 piezas de un carrerón bisagra mundial) que
cabía en escasas tres salas. Lo poco agrada lo mucho enfada.
Espacio
universitario
El
Dr. Arq. Aníbal Moliné y la dulzura de la Arq. Ana Lina Klotzman me reciben en
su cátedra de la Facultad de Arquitectura de la UNR, para meter baza a sus
alumnos sobre arte contemporáneo y nuevas prácticas artísticas en la ciudad.
Soberbia experiencia la de saltarse el cerco de la visualidad ascética, para ir
a conversar con especialistas en espacio y modos de habitar. Otro poema sobre
esto:
Del
dibujo a la ternura
Secuestrar
paisajes,
y
aplanar la realidad en dibujos
atrapar
manchas de color en papel.
Dibujamos
juntos, nuestros trazos se chocan.
Yo
miro en el plano,
como
los egipcios,
con
línea plena
él
asegura el espacio, y le pone perspectiva a mis asuntos.
¡Qué
bellezón lo que hacemos!
La
experiencia espacial del ser lo es todo.
El
espacio no como un sitio a conquistar
sino
cobijo, contención.
El
espacio como un exabrupto de ternura.
Y
la ternura como un ejercicio de equilibrio.
Los
profesores y arquitectos Verónica Peralta, Juan Germán Guardati y Yanina
Ciccero nos invitan a FLOR y a mí a reflexionar sobre el dibujo, arriba de un
escenario académico en la UAI. Leí un texto que titulé: Autobiografía de una
raya. Lindo. Cierro con el mismo poema del espacio y la ternura.
Las
chicas de la Magdalena de Hoy (Eliana Bianchi, Ernestina Fabbri, Franca Di
Iorio) nos reciben a Ricci y a mí en la Escuela de Arte, conversamos durante
hora larga, y nos hemos sentido a gusto de verdad. La propuesta consistió en
poder contar modos de ser artista, o modos de producir arte. Trajes cosidos sobre el lomo de seres con
voluntades artísticas para que puedan definirse roles según cada necesidad,
incumbencia y proyecto. El futuro de las escuelas en manos de docentes y
alumnos rediseñando proyectos y ajustando objetivos felices. El futuro se
inventó un día, y siempre está llegando.
Futuro
Mi
abuela, en una chemisse acroma y florida en diseño Aubrey Beardsley, puede ser el futuro y la
comodidad. Mi futuro. Pero seguro que el futuro es la foto de una joven
lectora, en PAISAJE, rodeada de réplicas originales de Grela y Schiaffino con
escalera moderna de ibirapitá. Una escena con luz fría y anestesiada, como para
que la perfección circundante se reduzca y sea simple y terrena. De no ser por
la incorrección lumínica no estaríamos viendo una foto, estaríamos ante un admirable
pictograma sumerio de amor. Pero sí, esa foto puede ser el futuro fluorescente
y, para todos, una alegría.
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