jueves, 31 de diciembre de 2015

Preguntas y respuestas en el aire


...algún que otro recorrido por la ciudad. La exposición  “París en el Horizonte: la Colección de Enrique Astengo (1913-1930)”, curada por María de la Paz López Carvajal y Pablo Montini. En las salas del Museo Castagnino se exhiben unas piezas increíbles que enaltecen el patrimonio de nuestra ciudad al punto de no poder creerlo. Echemos luz sobre piezas de  Alfred Sisley, Constant Troyon, Jules Dupré, Eugene Boudin, Charles Daubigny, Narcisse Virgile Díaz de la Peña, Ignace Henri Fantin Latour, Camille Pisarro, Salvatore Rosa y Francisco Goya. Nos arrimamos a espiar los tesoros más lindos y destacados que se ocultan en nuestro vergel próspero, ¡los museos de la ciudad son una gloria! La exposición reconstruye una historia familiar compleja relacionando la colección del señor Enrique Astengo con los fondos públicos de Rosario y que, por primera vez, son exhibidos en el Museo Castagnino, en colaboración recíproca con el Museo Histórico Provincial Dr. Julio Marc. Los dos museos en isovalencia, trazan un puente sobre “La Bella Durmiente” de Gerbino que sobrevuela el Jardín Francés, y dan que hablar y pensar. ¡Arrímense!


La escuela Musto nutre un eje centrífugo de color y producción consolidándose como gran dinamizador de sensibilización artística de la ciudad. EspacioLAB en el Planetario, con su muestra EXPERIMENTAL2015, resuelve asuntos inéditos para Rosario en los que, según un programa suculento, hay saltos inter-lenguajes que construyen un nuevo alfabeto de dimensiones aditivas de color luz. La muestra “Formación oblicua” de Sub Escuela; “Flor y Flauta” exposición colectiva ideada por Tambor de Truenos,  “Episodio 03” del grupo experimental y convivencial Cuatro Cuartos, en la que pudimos disfrutar de obras de primera época del gran Daniel García; sucedidas en simultáneo  en el macro.



En la 11° Semana del Arte de Rosario, se destacaron  la instalación “Barro memorioso” de Andrés Paredes y la intervención “Un lugar para mirar” de Laura Glusman montada en el  Parque Sur sobre las Quebradas del Saladillo; con Euge Calvo resdescubrimos un monumento oculto en el lodo; Gabriel Baggio trajo "Afluente" a Richieri. “La Fugaz”, feria relámpago de arte, este año se trasladó a la sala central de Castagnino, aumentó su audiencia y subió  la recaudación. ¡Loable! Y nos visitó la preciosa Paula Zacharías para contar otra ciudad desde otra ciudad.

Se sostiene el enclave Dominicis (esquina de Corrientes y Catamarca): la sala de operaciones “Embrujo”, el “Club Editorial Río Paraná”, “EstudioG” como remanso para que el diseño y el arte confluyan en un espacio prístino. Los dibujos de Mele Bruniard en la Galería de Diego Obligado, botaron como  tesoros y novedades. “¿En qué consiste la insuficiencia del arco iris?” de Xil Buffone, Emilio Torti y Hernán Molina exhibida en el ECU resultó fraterna y festejable. “El monstruo soy yo” de Gastón herrera, preciosa instalación con tres sedes, primero estadía en una residencia en el medio del monte litoraleño, luego en Casa / Espacio en obra y ahora, en diciembre, se puede ver en el LXIX Salón Nacional de Rosario; también destacar que en el tradicional Salón el Premio Estímulo Fundación Castagnino para artistas emergentes benefició a "Foto Crazy" de Colectivo Foto Crazy; un remate alucinante para un año complejo.

El mundo editorial se evidencia próspero y con un trabajo intenso de producciones diversas. Destaco las experimentaciones de La Magdalena de Hoy que, entre otros proyectos, elaboró  un fichero cultural –artistas, espacios, críticos, gestores, curadores, etc-, hilvanando un ejercicio científico, historiográfico y lírico. Subrayo la torsión en el catálogo y en la imagen de la UNR editora. Entre los libros editados en Rosario me detengo en “La muerte de Manuel Quaranta” de Manuel Quaranta (Baltasara Editora); “Onnainty” de Ezequiel Alemian  (por IVAN ROSADO) y  la gran bomba de intensidad y erudición es “Conocimiento de la Argentina” de Adolfo Prieto (por EMR). Tengo por leer  “Eso mismo de la fiebre” de Lucas Canalda,  “Escritura no-creativa” de Kenneth  Goldsmith, “El caso Vigil” de Natalia García  y “Vigilámbulo, poesía reunida” de Arturo Carrera, que leí suelta pero ahora en ese cuerpo hay que retomarla.

En el éter radiodifusor se reformularon algunas situaciones y otras se han mantenido a los largo del 2015; Lunes a Viernes de 15 a 17 sale “Hoja de Ruta” por radio Si en el 98.9; “Plan Z” los lunes de 23 a 24 por radio Universidad en el 103.3, en la misma emisora también sale el programa de las chicas “Juana en el arco” y tuvo lugar los miércoles a las 23 hs “La ciencia del sueño” conducido por Pablo Franza; otro espacio novedoso para la ciudad es la columna “Club de lectura” en rosario3.com.ar en la que la circulación de contenidos culturales se desmadra y llega a rincones inusitados .

Entre los asuntos que lamento es que haya dejado de salir el suplemento Señales ya que, junto a las secciones culturales generosas y críticas de Rosario 12, las columnas de Cruz del Sur y El eslabón o la Revista Apología, armaban un corpus de periodismo cultural y de crítica especializada notable, que ponía en movimiento información nutritiva en cuanto a las producciones autorales y artísticas de la ciudad. Y pienso en esta ausencia, como la imposibilidad de leer de modo retrospectivo la escena de Rosario; es decir ¿qué suplementos vamos a ir, de acá a unos años, a peinar a hemeroteca para descubrir la vida cultural de Rosario de estos tiempos?



Desde el 10 de diciembre he asumido como sub-secretaria de Industrias Cultural y Creativas en la Secretaria de Cultura de Rosario  (integro un equipo liderado por Guillermo Ríos, al frente de la Secretaría de Cultura,  junto a Federico Valentini como sub secretario de Fortalecimiento Institucional); este nuevo rol exige concentrarnos en la ciudad como un canevá que late atravesado por un programa enorme en el que la sustentabiliad, la cercanía y la convivencia nos impelen para que, de modo transversal a cada proyecto, trabajemos de manera mancomunada. Imagino una urdimbre en la que la cultura, como factor de desarrollo, genere focos de color, concordia, producción sensible y comprometida, transformando la realidad en lo íntimo y en lo colectivo. Rosario es una ciudad de una diversidad y una miríada de producciones culturales y pasiones extraordinarias; debemos trabajar rumbo a una lectura del tejido lo más amplia posible.


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